Monday 21 September 2020

Nuevo curso, nuevos escenarios

 Hoy hemos tenido el primer claustro de este curso tan peculiar y lleno de incertidumbre. todo un reto.

Hemos recibido instrucciones sobre horarios, aulas, características de los grupos, diferentes escenarios que se nos plantean con la duda de si pondremos en práctica el presencial, el semipresencial, una enseñanza a distancia total como durante el confinamiento o, lo que parece más probable, una mezcla de todos ellos. Quizás incluso vayamos saltando de uno a otro, lo cual es muy gracioso porque se va a hacer realidad el refrán de la sabiduría popular, ya sabes, el que mucho abarca poco aprieta, porque de tanto querer adaptarnos a las circunstancias nos va a quedar poco margen de maniobra para lo que de verdad nos importa: dar clase.

Más cosas a tener en cuenta para este curso:

  • Productos de limpieza.
  • Gel y mascarilla. 
  • Inicio de curso escalonado.
  • Herramientas tecnológicas que podemos utilizar.
  • Aforo en las aulas y en la escuela.
  • Cambio de hábitos en nuestra práctica docente.
  • Organización de las clases.
Ahora que lo estoy resumiendo me doy cuenta de que todo se engloba en un concepto que siempre he destacado en la práctica docente: la flexibilidad. Ahora más que nunca los docentes tenemos que hacer gala de ella.

A todo esto no sabemos bien qué piensan los alumnos ni cómo se van a sentir. Por lo que a mí respecta, no dejo de tratar de imaginar cómo me voy a apañar para dar clase en esta nueva circunstancia docente, pero no logro dar con la cuadratura del círculo. Lo que está claro es que no me va a quedar, mejor dicho no nos va a quedar, más remedio que hacerlo. Como siempre pondré todo mi empeño y me equivocaré, como me pasa a menudo, pero desde luego lo haré lo mejor que pueda.

Y como de todo se aprende, no se puede negar que vamos a sacar mucho aprendizaje de todo esto, tanto nuestros alumnos como nosotros. La vida se ha encargado de darnos de repente en los morros para cambiar todo de un plumazo y dar de repente la vuelta a todo lo que teníamos seguro para hacernos salir de nuestra zona de confort. Es el reto que nos ha tocado vivir y sólo podemos dejarnos llevar por la corriente. Veremos a dónde nos lleva. Esperemos que sea a buen puerto. Para ello vamos a remar todos juntos.

En fin, que unque ahora veamos nubes en el horizonte, estoy segura de que poco a poco se irán abriendo claros.

Foto de Gael Lorite Vecino.


Thursday 9 April 2020

Stay at Home Challenge 9

Desde el 1 de abril envío a mis alumnos un pequeño reto diario para que practiquen el inglés de una forma un poco más lúdica pero siempre procurando que trabajen alguna de las destrezas de comprensión y expresión oral y escrita. A veces también para practicar la mediación o alguna otra competencia que les puede ser útil en el aprendizaje de la lengua.

Hoy les he enviado algo de música a través del reto para que escuchen canciones que la gente está adaptando a esta situación del coronavirus y elijan la que más les guste.

Os dejo aquí la actividad con la esperanza de que os resulte inspiradora.


Sunday 5 April 2020

Morriña

Hace dos días, el viernes pasado, me entró morriña de mi clase, de mi aula. Aquí trabajando casi sin descanso sentada prácticamente todo el día al ordenador para adaptar un curso planteado de manera presencial a una enseñanza a distancia. En pocos días. Con esa premura de tiempo y los inconvenientes que plantean las herramientas de las que disponemos.

En esas estaba cuando me invadió un sentimiento de que me faltaba algo. Pensé que eran los alumnos, a los que por supuesto echo de menos, muchísimo, a pesar de que a algunos les veo en las clases por video conferencia, pero había algo más. Y entonces lo supe: echo de menos mi aula. Es curioso porque hoy una compañera ha dicho lo mismo.

En ese momento me acordé de que, no sé muy bien por qué, ese viernes me paré en la puerta. Hace tres semanas, antes de cerrar mi aula después de una mañana de locura ante la incertidumbre sobre lo que iba a pasar con la pandemia que empezaba a hacer estragos en nuestros país, después de recoger todo lo que necesitaba para trabajar durante la semana de vacaciones que empezábamos ese mismo día, me paré en la puerta y miré hacia atrás.


Por mi mente pasó la pregunta de si volvería y cuándo lo haría. Pero no como una certeza de que íbamos a estar confinados durante semanas, sino como algo improbable que no me podía creer. Y aún así, dejé en el suelo todos los trastos, papeles, bolsas y libros que llevaba, y volví a entrar.

Cogí una caja de cartón que tengo en el aula por si alguna vez me hace falta para llevar algo y abrí la persiana que ya había bajado. Sin saber muy bien por qué lo hacía, algo me decía que no podía dejar allí las plantas abandonadas porque no sabía cuándo volvería. Ni siquiera sabía que nos confinarían, pero tuve un momento de lucidez y no sabéis cómo lo agradezco ahora, porque si no me hubiera traído las plantas a casa seguramente se habrían muerto. Ha llovido mucho, pero les habrían faltado los cuidados de mis alumnos que las riegan y se preocupan por ellas.


Una vez las tuve en la caja, me giré alrededor y me dio congoja pensar que quizás no volvería. Aunque no lo sabía. Quizás en el fondo lo intuía.


Hice fotos para recordar cómo era mi aula. Vacía. Sin la alegría de los alumnos, pero con su recuerdo.


Y hace dos días, el viernes pasado, recordé que tenía esas fotos y sentí que necesitaba compartirlas, porque tengo morriña.



Ahora las plantas están bien en mi terraza y hoy les he dedicado una de las actividades del Stay at Home Challenge.


Pero mi aula sigue vacía.

Monday 23 March 2020

Clases online-Sesión 1: Una foto a través de mi ventana

Como la semana pasada estuvimos de vacaciones por las fiestas de la Magdalena que no se celebraron, hoy hemos empezado las clases a distancia provocadas por la situación que estamos viviendo.

Aquí os dejo la primera actividad que hemos hecho para entrar en materia.



Wednesday 5 February 2020

Concurso de cartas de amor para San Valentín


Este curso inicio una nueva actividad para el mes de febrero: el concurso de cartas de amor de San Valentín. Como es la primera vez no la he introducido dentro de las actividades de aula, sino que es optativa. La siguiente ya será parte del curso normal.


Hice lo mismo cuando empecé a hacer el concurso de Pancake Tuesday, que al principio no fue tal, sino mucho menos ambicioso. Pero de eso os hablaré con más detalle dentro de poco, en un par de semanas, cuando empecemos a preparar la actividad que haremos ese día a final del mes de febrero.

Para lanzar el concurso y siguiendo mi última novedad en la docencia innovadora, he utilizado la narrativa gráfica para crear el cartel que veis aquí. Con el manido lema de "Love is in the air", he estructurado las fases del concurso en cuatro.

En la primera fase, los alumnos que quieran participar tienen que escribir una carta de amor a quien ellos elijan. Les he explicado que no tiene por qué ser su pareja, sino que podría ser un familiar, amigo o incluso alguien famoso a quien les gustaría declarar su amor platónico. Y no tiene por qué ser real, pueden imaginar lo que quieran.

A la hora de valorar las cartas ganadoras, se tendrá en cuenta tanto el contenido como el estilo, ya que las cartas pasarán por un proceso de corrección antes de pasar al jurado, que serán compañeras mías de la EOI y algún miembro especial y sorpresa.

Para esa corrección previa tendrán que enviarme la carta por correo electrónico y se la enviaré con las notas pertinentes para que escriban la versión mejorada y definitiva, que será la que pase a la final.

Como en todo concurso, no pueden faltar los premios, que consisten en tres vales para gastar en libros de segunda mano de la librería solidaria AIDA Books&More, que amablemente colaborar con nosotros y a quienes aprovecho  para agradecérselo desde aquí.

Tengo más ideas para mejorar la actividad y ampliarla con el fin de sacarla fuera del aula, pero eso será ya para el próximo curso. Vamos paso a paso.