Normalmente en el aprendizaje de idiomas se utilizan una serie de actividades llamémoslas "estándar" para evaluar la comprensión auditiva, como por ejemplo la respuesta múltiple o la de verdadero/falso, pero desde mi punto de vista no son la única manera de mejorar esta destreza y mucho menos la más divertida. A mí me gusta hacer cosas diferentes, como ya sabéis, y también intento encontrar nuevas formas para trabajar este aspecto de la enseñanza de lenguas.
Esta actividad me la contó Lluís, un ex-alumno también docente con el que establecí una relación cercana gracias a nuestros intereses mutuos en nuevas corrientes didácticas Gracias a él aprendí muchas innovaciones metodológicas y contribuyó a alimentar mi ansia de cambiar mi manera de dar clase. A partir de lo que me contó que había hecho en unas clases de italiano que hizo en Roma, fui adaptando la idea hasta hacerla mía.
La actividad consiste en que los alumnos tienen que escribir la letra de una canción escuchándola varias veces. Con los alumnos de C1 la pongo toda entera sin cortes, pero en niveles más bajos, como el B1.2 que también tengo este año, la voy cortando para que les resulte más sencillo.
Primero la escuchan y toman notas de manera individual para comparar después con un compañero o varios, ya que hago los grupos más grandes o más pequeños según el número de alumnos que hay en clase. Esto lo podemos repetir varias veces y en esta parte de la actividad pueden hablar entre ellos mientras escuchan la canción para completar los huecos que todavía les queden.
El siguiente paso es hacer el grupo más grande juntando dos para que comparen y seguimos escuchando la canción, ahora pudiendo hablar y trabajando conjuntamente. A veces, antes de enseñarles el vídeo con la letra para que corrijan y comprueben los que les falta, les dejo que envíen un "espía" a otro grupo de su elección para ver si pueden completar alguna de las partes que no acabando identificar.
En general es una actividad que gusta mucho porque combina la música con el trabajo cooperativo y cierta competitividad, pero no conviene abusar porque, como suele pasar con el resto de cosas en la vida, lo poco gusta y lo mucho cansa.
En la sesión anterior utilicé la versión que Israel Kamakawiwo'ole, de cuya muerte se cumple este año el décimo aniversario, hizo de Somewhere Over the Rainbow/What a Wonderful World. Hoy he utilizado la misma canción pero la original que cantaba Judy Garland en The Wizard of Oz. (Los enlaces están en inglés porque es lo que tiene ser profe de este idioma y tener la deformación profesional de buscarlo todo en esta lengua.😅 Espero sepáis disculpar esta licencia de la autora.😌😛)
Con esta elección para principio de curso he pretendido hacer una metáfora con el camino de baldosas amarillas que Dorothy debía seguir para conseguir volver a Kansas, asemejándolo al recorrido que vamos a hacer juntos estos meses para llegar, en algún lugar más allá del arco iris, a final de curso con el objetivo de mejorar nuestro inglés cumplido.
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